Con una prosa que no da tregua para la reflexión, Arcelia Ayup Silveti construye una novela con personajes bien cincelados, no sólo en la parte formal sino en su modo de vivir, de expresarse, de sentir. La protagonista está impregnada de una vitalidad libre de retóricas y prejuicios. Su único asidero es la poesía.
La novela se desarrolla en un ambiente donde las acciones contextualizan de manera verosímil la trama, que está narrada en primera persona, lo cual agrega una dificultad mayor al relato hecho con conocimiento no sólo literario sino con intuición y olfato magistrales. Uno de los mayores logros de Dos vidas son los niveles climáticos por donde transita la pluma avezada de la autora y el nivel del lenguaje conseguido con base en un trabajo arduo de composición.
Carlos López, Cuernavaca, Morelos.